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La comunicación es una de las herramientas más eficaces y eficientes que posee el ser humano en su construcción cultural, gracias a ella, está en capacidad de poner en común y estar en comunidad; actualmente, los medios a través de los cuáles se comunica no se reducen a la escritura y la oralidad, se plantean formatos alternativos, que invitan a pensar y hacer interacciones de forma diferente.

Este blog, es un recurso digital que tiene como objetivo que tú como estudiante de Ingeniería en Sistemas Computacionales obtengas una visión amplia y actualizada de la comunicación no sólo como un elemento cultural sino como una competencia profesional del siglo XXI.

Para ello, te invitamos a recorrer los artículos que lo conforman y, a que explores más allá a través de los múltiples enlaces sugeridos; no olvides depositar en las publicaciones tu huella reflexiva a través de un buen comentario.

Bienvenidos a este espacio de análisis de Comunicación Oral y Escrita.

jueves, 6 de enero de 2011

Elementos objetivos de la exposición oral.


Ciertamente, podemos repetir una y otra vez, un mismo discurso, sin embargo, el auditorio al cual nos dirigimos es el mismo, tal vez si el chofer de Albert Einstein, lo hubiese sabido, no se arriesgaría a sustituir a su jefe; caracterizar a nuestro público forma parte de los elementos objetivos de la comunicación oral.

En cualquier momento, será necesario que pongamos en juego dichos elementos para poder enfrentar exitosamente al auditorio y lograr en el mismo, la convicción de que nuestras ideas son válidas y bien fundamentadas.

Comunicate con tu público. 

Si el orador actúa con responsabilidad y quiere comunicarse bien con el auditorio, tiene que saber a quiénes habla, para tratar de sintonizar con ellos. Un mismo tema se prepara y se pronuncia diferente en función del auditorio al que va dirigido. En términos generales el orador, previo a su discurso, debe recabar información sobre:
  • Número de personas: tamaño de la audiencia.
  • Edad: casi siempre se presenta una amplia gama de edades, aunque suele darse la tendencia a predominar gente de determinada edad.
  • Género: siempre suele haber personas de diferente género, un factor a considerar es identificar cuál predomina.
  • Procedencia y origen.
  • Condición socio-cultural y situación económica media.
  • Estudios, profesión y ocupación de la mayoría.
  • Mentalidad, inclinaciones.
  • Religión, creencias y valores.
  • Pertenencia o no a asociaciones.
  • Aficiones.

Herramienta eficaz: Un buen lenguaje . 

El lenguaje utilizado por un orador o conferenciante debe de servir de instrumento real para la comunicación, por ello debemos ser breves, claros y concisos; sin olvidar nuestro sentido pragmático y la oportuna y pertinente reflexión personal, para la generación de ambientes agradables tanto para el orador como para quien lo escucha.

Es importante hablar como si se estuviera dirigiendo a una persona amiga o conocida, y no a una masa amorfa. Por ello es aconsejable: usar pronombres y referencias: “ustedes, los…”,“nuestros problemas”, etc.

"Al buen entendedor...pocas palabras".

Escuchar implica comprensión y, por tanto, interpretación, no sólo escuchamos las palabras que se hablan; también, en la medida que les atribuimos un significado, escuchamos aspectos no verbales como los gestos, los ademanes, las posturas y los movimientos del cuerpo; Cheverría (2004) recomienda que si nos interesa escuchar efectivamente, deberemos habituarnos a observar, en primer lugar, nuestro estado emocional cuando conversamos y, en segundo lugar, el estado emocional de la persona con quien conversamos.

No seremos escuchados como esperamos si el estado emocional no es el adecuado para llevar a cabo la conversación. Una persona que sabe escuchar, sabe hacer preguntas en el momento adecuado, practica mejor la empatía y por tanto, puede comunicarse mejor.

En este sentido, Cantú (2006) da las siguientes recomendaciones que facilitan la tarea de escuchar:

a) Sé objetivo.  Ser objetivo implica no rechazar de inmediato ideas o conceptos diferentes a los tuyos. Ya que en la medida en que seamos analíticos y objetivos se aprovechará mejor la capacidad de escuchar.

b) No interrumpir. Con mucha frecuencia nos anticipamos a hablar antes de que la otra persona haya terminado, además de no ser parte de los buenos modales nos arriesgamos a emitir una opinión o respuesta equivocada, contraria o inexacta. La recomendación es dejar que el otro termine de hablar.

c) La cortesía. Es importante ser cortés al escuchar y evitar las señas o gestos de aburrimiento como bostezar en voz alta o cambiar de posición en el asiento constantemente. Compórtate con el orador como quisieras que se portara contigo.

d) Cultura general. El acervo cultural es de gran ayuda, porque frecuentemente una persona preparada escucha con más detalle a su interlocutor.


Recuerda, saber comunicar es transformar la realidad. 


Enlaces sugeridos:

Postura Corporal